El arte de bailar con la vida. Un proceso de autoconocimiento y conexión.
- Dalia Daniela

- 22 sept
- 4 Min. de lectura

Hoy vengo a compartir un poco de mi vida estos últimos tres meses del año, y como el autoconocimiento ha sido parte y pilar fundamental de mi proceso. Porque, aunque la existencia y todo en ello es un proceso, cada ser humano desde lo individual también lo es, pero transitarlo con consciencia o tener conocimiento profundo o al menos cercano de quienes somos, hace de este viaje uno donde nuestra intervención y presencia marca una pauta y la diferencia en cada paso que damos.
El año inició con incertidumbre, y aunque esta es parte de la vida, hay circunstancias y momentos donde se siente más presente o nos hacemos más conscientes de ella. Vivir en un país como Venezuela en estos últimos 26 años, me ha llevado a concientizar al máximo el hecho de que la vida es un constante cambio y una incertidumbre continua.
La certeza es solo la confianza que surge de conocernos lo suficiente como para tener la claridad de que la decisión que tomamos y cada paso que damos es el correcto.
Independientemente de los resultados en el mundo externo, todo está y va a estar bien, pues estamos siguiendo esa voz y sabiduría que nos guía en cada peldaño del camino. Alineados en cuerpo, mente, y alma, a quien somos en esencia si nos conocemos realmente y a profundidad.
Porque la certeza no es algo que se adquiere o se obtiene en función de los acontecimientos, las personas, objetos, entorno que nos rodea o mundo material. Si no esa confianza que surge de conocernos profundo, de estar cerca y conectados a quien somos.
Y, ¿Qué tiene que ver la certeza con el autoconocimiento? ¿O con nuestros procesos de vida o desafíos?
Pues, esta pregunta me la hice en algún punto de mi camino. ¿De qué sirve conocerme a mí misma a fondo para enfrentar la vida o los desafíos que ella nos trae?
Y la verdad es que, gracias a transitar un camino constante y profundo a lo largo de mi existencia, me ha permitido identificar todo aquello que era propio de lo que era parte de estructuras de creencias, inculcadas, adquiridas, o asumidas, del entorno.
Transitar la vida viviendo un proceso de autoconocimiento me ha llevado a reconocer no solo todo lo que no era; sino a deslastrarme de lo que creía ser.
Así mismo me ha permitido desarrollar talentos y descubrir muchas fortalezas. Sanar de patrones inconscientes destructivos y asumir otros, auspiciosos y más constructivos.
Estos últimos 3 meses del año han sido intensos, rápidos, voraces si se puede decir. Una mudanza que se venía gestando y por circunstancias y terminar de cerrar una etapa se aceleró y culminó. Una dinámica de vida, un nuevo núcleo y entorno. La partida de un ser querido importante, y muy significativo, como lo puede ser una abuela materna. Una intervención quirúrgica no deseada pero necesaria, la remoción de un implante mamario roto y deteriorado. Decidir no colocarlos nuevos, permitiendo la depuración y sanación del cuerpo, la mente y el alma. Si, porque esa decisión está unida a un estado interior de consciencia donde se ha abrazado lo propio, las inseguridades, los miedos, la falta de amor. Depurado una parte de mí misma que hoy día honro, abrazo con amor. Con esos implantes dejé ir el temor a ser yo, así como vine al mundo, perfecta, o perfectamente imperfecta.
Porque cuando transitamos un camino de autoconocimiento profundo descubrimos la tecnología. Ingeniería y arte perfecto que es el cuerpo humano y como su deseño fue creado a la medida para experimentar nuestra mundanidad y humanidad.
El autoconocimiento me ha permitido reconocer lo propio, lo que me pertenece por ser, no por hacer. Lo que me pertenece por el simple hecho de existir, de ser la vida.
Porque cuando transitamos la vida desde el autoconocimiento recordamos nuestro poder creador.
Estos últimos meses han estados llenos de acontecimientos, algunos esperados, otros inesperados, lo que me recuerda que la vida es constante cambio y movimiento. Sin embargo, el autoconocimiento me ha dado el poder de recordar y reconocer que yo tengo el poder para enfrentar cada cambio, cada movimiento. Aunque no tenga la capacidad, de cambiar los acontecimientos.
El autoconocimiento ha sido la técnica de aprender a bailar con la vida, sin resistirla, sin negarla u oponerme a ella. Porque, así como yo soy, tú eres la vida, somos la vida. Y el poder que la habita.
Así que te invito a bailarla con alegría y aceptación. Vinimos a ser felices, aprender a ver lo bello y perfecto en cada desafío.
Aunque es un arte que requiere de autoconocimiento, entrenamiento, entrega, compromiso, pasión y devoción.
¿Y tú? ¿La vives existiendo? ¿O viviendo? ¿La vives con compromiso y pasión?
Estás comprometido con la vida?
Si quieres dar un salto cuántico y comenzar a vivir viviendo y transitar la vida desde el autoconocimiento de invito a ser clic aquí
Te invito a bailar la vida desde tu infinitud! ¡Desde el espacio sagrado en tu interior!
Amor&Luz
DD



Comentarios